miércoles, 18 de mayo de 2011

Cass McCombs. Antimateria sensible

Cass MacCombs cubrió su cabello con la misma gora que en Barcelona el día anterior

Apenas concede entrevistas, rehúye el contacto físico y su frágil sensibilidad conecta con un público fiel. Cass McCombs interpretó ayer en Elche el segundo de los cuatro únicos conciertos de la mini-gira que finalizará el próximo 20 de mayo en el Festival SinSal de  Vigo.

La crónica del concierto del día anterior en la Sala Razzmatazz de Barcelona y otras informaciones acerca de su actitud respecto al público y a los periodistas hizo que los fans fuésemos preparados para lo peor. Resultado: mayor satisfacción de lo esperado.

Aunque quizá sea exagerado el apelativo de “joven banda de inadaptados” con el que  Xavi Sánchez de Mondo Sonoro se refiere al grupo de Cass McCombs, esta crónica constituyó una buena guía para el asistente ilicitano. En Elche se pudo ver lo mismo que en Barcelona pero mejorado: sí que cantó canciones de Catacombs (Dreams-Come-True-Girl, Prima Donna y Harmonia) y comenzó a pedir que se bajaran las luces ya en la segunda mitad de un concierto que duró casi hora y media.
La labor de los músicos mejoró muchas versiones de estudio de sus temas

Excepto el primer corte, County Line, cada canción del depresivo Wit´s End del californiano parece que se va a quebrar en ciertos momentos. En directo, los temas  toman densidad y envuelven al espectador de una forma más efectiva y durante más tiempo que en la versión de estudio.

Lo que queda claro en todo momento es que la interacción de Cass con el público es unidireccional. Aleccionó a los asistentes a que no votaran, puesto que “sólo votan los viejos” en un simulacro comunicativo que terminó cuando, en la recta final de concierto, llegó a renegar del tema Lionkiller Got Married de Catacombs tras la petición de una de las presentes: “We don´t know this one”.

Sensibilidad y conexión total con el público a pesar del afloramiento ocasional de su carácter distante y rancio es la contradictoria proeza que consigue en sus directos. Hermetismo y proximidad simultáneos es la antimateria que destila Cass McCombs y gracias a la cual hace posible crear lo que todos fuimos a buscar, y encontramos, ayer.